lunes, enero 15, 2007

Historias del WoW: Capítulo XIII Nuevos miembros en el clan

Pasaban los días y todo seguía igual, nadie sabía que hacer. Seguíamos entrenando, pero poco a poco la desesperación aumentaba entre nosotros.
Todas las noches, nos reuníamos alrededor de la hoguera para exponer ideas y hablar a cerca de lo que haríamos. Pero, por muchos días que pasaban, no se nos ocurría ningún plan. Sólo teníamos una cosa clara, había que reclutar nuevos miembros, pero no sabíamos como.
Uno de los días, charlando en la hoguera Jas tubo una idea.
- ¡Ei! Yo tengo un colega que tal vez pueda ayudarnos, solíamos entrenar juntos, su nombre es Watershape, y creo q sabré donde encontrarlo.
- ¡Genial! – dijo Modok- aunque sea despacio, iremos reuniendo gente. Que no entre la desesperación en nosotros. Todos tenemos conocidos que nos pueden echar una mano. Haremos correr la voz. Y mientras unos continúan en nuestra aldea, el resto iremos a la taberna en la que Rach nos encontró, y, allí, con suma discreción, vendrán a nosotros gente de todos los lugares.
- Vaya – dijo Atreyu – parece que le paso del tiempo y las palabras de Jas han hecho que Modok vuelva a ser ese líder al que antaño se le ocurrían la mayor parte de las ideas.
Una carcajada general se oyó en la aldea, no parábamos de reír. Después de todo, parecía que las cosas se encauzaban.
Al día siguiente Jas iría junto con Icefear en busca de Watershape, y el resto, decidiríamos quien se quedaba en la aldea y quién se iría a la taberna.
- Creo que Anamave debería quedarse – dijo Gothrek – después de todo, a ella la conocen y puede que eso nos delate.
- Gothrek tiene razón – respondió ella – así, a demás, podré seguir con mi entrenamiento.
Ninguno de nosotros se opuso a tal decisión. Y al final se decidió que a la taberna iríamos Modok, Atreyu, Nidagoth y yo. No queríamos llamar la atención llendo demasiados. A demás, Jas e Icefear se unirían a nosotros cuando volvieran.
El tiempo pasaba rápidamente, y no aparecía nadie interesado en entrar en el clan. La taberna siempre estaba llena, pero eso debía de ser por la cerveza.
Al cabo de un mes, volvieron Icefear y Jas, habían dejado a Watershape y otros tres orcos más en la aldea.
Parecía que nuestra pequeña familia iba en aumento. La gente empezó a entrar a la taberna preguntando por los Guerreros Oscuros, y nosotros, empezamos a hacernos ilusiones.
Los recién llegados eran entrenados duramente en la aldea, para que, a la hora de la batalla resultaran vencedores.
Al cabo de unos meses, ya éramos muchos, tal vez no demasiados, pero si los suficientes como para sobrevivir en la batalla.
Tuvimos que cerrar la taberna porque la Alianza paseaba muchos por allí y no queríamos levantar sospechas.

El plan estaba en marcha.

No hay comentarios: