lunes, marzo 05, 2007

DEMASIADO TIEMPO

Hace ya demasiado tiempo que no escribo, la verdad es que he dejado esto muuuy colgado, y hoy alguien me ha recordado que escriba.
En ratillos libres que he tenido he ido escribiendo cositas, la mayor parte el mes pasado, pero claro, las he ido escribiendo a la antigua usanza, con lápiz y papel. Así que, creo que ya va siendo hora de colgarlas.
Ahi van:


TORNADO PABLO

El Tornado Pablo ha dejado ya estas tierras y se encamina hacia el Ecuador. Hace un mes llegó, parece que fue ayer y ya se ha ido.
Ayer, al despedirnos de él, fue como si se fuera a Asturias o Burgos y volviera en dos días, pero no es así, hasta dentro de un año no volveremos a verle. Ha vuelto a esas lejanas tierras a ayudar a la gente a cambio de nada; quedan muy pocas personas así, y me alegro de que mi tío sea una de ellas.
Sí, durante el tiempo que estuvo con nosotros, fue un tornado en nuestras vidas en un pequeño periodo de tiempo, pero le echaremos muchísimo de menos.
Y no han más que decir, solamente que le queremos y que estamos desando que vuelva.

A mi tío Pablo, misionero en Lago Ágrio
Sucumbios, ECUADOR



LITTLE BOXES

Pequeñas cajitas, estoy rodeada de pequeñas cajitas. Cajitas que se convierten en leones, perros, gillanas, peces, ... en cualquier tipo de animal.
Son cajitas que me persiguen, cajitas que hablan, que gritan y no paran de quejarse: Nosequien me ha pegado, me duele la rodilla, tengo pis...
son un tipo de cajitas que llegan a ser insoportables, aun que depende del día, normalmente solo son cajitas pesadas y un tanto cansinas.
El momento más deseado tarda en llegar, pero siempre llega, las dos horas pasan más rápido o más despacio, pero siempre pasan, y por fín, las cajitas desaparecen, se van con las Cajas Grandes y no vuelven hasta el día siguiente.
Pequeñas Cajitas, estoy rodeada de pequeñas Cajitas.

A mis cajitas, a las que en el fondo, las quiero mucho.



CURRO WITH NIÑOS

Ya llevo cuatro meses currando, y cada día me gsutan menos los niños, aun que, la verdad, se me dan bien, es que todo es ponerse, y normalmente, los días con ellos van bien.
Los peores son los martes, no porque los niños sean pesados, ¡ni mucho menos! Son unos niños estupendos, el problema está en que son muy pequeños para estar tanto tiempo conmigo. Y llega un momento en que no se que hacer.
De todas maneras, es un buen trabajo. No puedo quejarme, la verdad es que me va muy bien y no me disgusta demasiado. Cualquier trabajo merece la pena.
También estoy trabajando de niñera, cuido dos niños geniales, se portan de maravilla y me lo paso muy bien con ellos. Esperemos que siga así.




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