Historias del WoW: Capítulo III El rescate de Godnik

Desperté en una habitación poco ilumindad, parecía que fuese de una taberna, pues no tenía decoración alguna.
- ¿Cómo te encuentras? - preguntó una voz amiga. Era Gothrek, estaba sentado a mi lado y al ver que desperté se levantó a ver como estaba.
- ¿Qué a pasado? - dije algo confundida.
- Te hirieron en la pelea, pensamos que no saldrías de esta, pero por suerte había una aldea cerca y pudimos salvarte.
- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- Tres días.
- ¡Tanto tiempo! Debemos continuar, hemos de irnos! - dije intentando levantarme.
- No te muevas - me ordenó Gothrek- aún tienes la herida abierta, debes descansar.
- Pero.....
- Pero nada, lo primero es que te recuperes completamente, ya continuaremos con nuestra misión más tarde.
- Ei dormilona! Por fin has despertado!
Nidagoth acababa de de entrar y ya estaba bromeando.
- Nidagoth! no grites - le riñó Gothrek- Rach aún esta débil y no debemos alterarla.
- No le hagas caso, me encuentro bien, grita lo que quieras - le dije yo entre risas.
Al día siguiente y después de discutir mucho, Gothrek accedió a que me levantara y bajara a la taberna con los demás.
- Rach! Q tal te encuentras? - me preguntó Icefear.
- Cómo se va a encontrar después de una herida como esa? Mal - dijo Gothrek.
- Q va! M encuentro bastante bien, pero decidme, ¿cuándo continuamos el camino?
- Estos días hemos estado haciendo plenes en función de tu estado - explicó Khaine - y después de escuchar la opinión de Gothrek hemos llegado a la conclusión de que dentro de dos días partiremos de nuevo en busca de Godnik.
- ¡Dos días! - exclamé - ¡eso es mucho tiempo!
- Pues Gothrek quería esperar una semana - dijo Yusti - asiq ya puedes estar contenta.
Los días pasaron lentamente, yo estaba deseando partir. Aunq lo herida me dolía no me quejaba, pues sabía q eso retrasaría aún más el viaje.
Durante la noche del segundo día, en la taberna nos enteramos que a unas pocas leguas de aquí había un asentamiento humano. Tal y como nos lo describieron era el lugar perfecto para tener presosa los orcos de mi aldea. Estaba fortificado, era una gran mole de piedra y había soldados por todos lados. No teníamos ni la menor idea de como ibamos a entrar. Asiq lo primero que hicimos fue conseguir unos planos del asentamiento. No fue tarea fácil, los planos los tenía un humano que dominaba las tierras en las q nos encontrábamos, en su castillo no había mucha vigilancia e irrumpir en él matando a todo ser viviente que se pusiera en medio no sería difícil, pero debíamos ser discretos, nadie debía saber que teníamos los planos, asiq decidimos que Ostiario y Urko hicieran guardia por si alguien se acercaba, los encargados de entrar serían Atreyu e Icefear, Modok, Khaine y Nidagoth entrarían y copiarían el plano ya q no queríamos llevárnoslo para no levantar sospecha, Gothrek y yo ya os lo imaginais, nos quedamos en la taberna porque según él yo no estaba recuperada del todo, y Zero se quedó con nosotros por si surgía algún problema.
Llevar a cabo el plan fue más fácil de lo q pensábamos, en un abrir y cerrar de ojos todos estaban de vuelta en la taberna. Lo complicado llegaba ahora, había q lograr entrar en la fortaleza de Lord Kronen.
Nos reunimos todos en la taberna alrededor de una mesa en la que estaban los planos. Aparentemente la fortaleza no tenía ningún puto débil.
- No se como vamos a conseguir entrar en las mazmorras - decía Zero - mejor dicho, no se como vamos a lograr colarnos en el castillo.
- Toda construcción tiene puntos debiles, en esta no tiene q ser diferente - agregó Nidagoth.
- Pues si los tiene, los tiene bien ocultos, porque aqui no aparece nada - concluyó Modok.
Un largo silenci, todos estábamos concentrados en el plano, buscando por donde entrar sin ser vistos o al menos no llamar mucho la atención, pues si nos descubrían no saldríamos de allí con vida.
- ¡Mirad! Este parece un buen sitio - exclamó Atreyu.
- ¿Las cloacas? - dije yo.
- Sí, es el lugar perfecto - explicó - casi no estan vigiladas y recorren toda la fortaleza. Por aqui entraremos.
- Atreyu, te quiero - dijo Urko.
Después de la revelación de Atreyu sólo nos quedaba planear como sacaríamos a Godnik y a los demás de alli. No era fácil, había bastante vigilancia, pero con una buena organización y un buen plan llevaríamos a cabo la misión con éxito.
Pasamos tres días planeando el rescate, no queríamos dejar ningún cabo suelto que hiciera peligrar la misión. Gotherk no quería q yo participara porquw según él aún estaba débil aunq realmente yo me encontraba en plenas condiciones. Después de descutri un rato con él, conseguimos convencerle de que yo estaba bien y podía intervenir, a demás, después de todo, Godnik era como mi padre.
El plan era fácil y muy claro, entraríamos por las cloacas, saldríamos por un sumidero que estaba en las mazmorras, allí buscaríamos a los orcos y saldríamos por donde habíamos entrado. A simple vista no parecía haber complicaciones. El problema surgió cuando vimos que la boca de la cloaca por la que ibamos a entrar estaba en pleno centro de una aldea troll controlada por humanos. No podíamos entrar todos a la vez, asiq decidimos que cada cinco minutos entraría uno de nosotros y que si llamabos mucho la atención esperaríamos más tiempo. Nos reuniríamos 50 metros después de la entrada para que nadie nos viera mirando el interior de la cloaca. Esta parte no era difícil y hasta ahi todo fue sobre ruedas, entramos y llegamos a la salida en las mazmorras. Aqui había otro problema, pues en las mazmorras había algunos guardias, no eran muchos, pero no queríamos arriesgarnos a que dieran la alarma al vernos. No sabíamos exactamente donde estaban situados los guardias, asiq avanzamos con cautela preparados para cualquier cosa. Tuvimos suerte, a los guardias que encontramos los aturdimos por la espalda antes de que nos vieran, y en un abrir y cerrar de ojos habíamos encontrado a Godnik y a los de más orcos.
- ¿Rach? - susurró Godnik.
- Sí, soy yo - respondí - he venido a rescataros con unos amigos.
- Ya tendreis tiempo para hablar - dijo Zero - lo que hay que hacer ahora es salir de aquí cuanto antes.
Cuando llegamos a las cloacas entró primero Nidagoth para dirigir a los de más y después entraron todos los orcos. Yo era la última, pues tenía la esperanza de encontrarme con Lord Kronen y tener la oportunidad de enfrentarme a él. Pero eso no ocurrió, cuando Atreyu, q iba delatne de mí, estaba a punto de entrar aparecieron varios guardias que nos vieron y dieron la alarma.
- ¡Atreyu! ¡entra! - grité - yo sola acabaré con ellos, ¡escapa!
- No, Rach, te ayudaré.
- ¡Vete! si no lo consigo venid por mí, pero vete, si te encuentan encontrarán a los demás y esto no habrá servido para nada. ¡Corre!
- Pero...
- ¡Vete! Me dará tiempo a escapar antes de que vengan más soldados.
Mientras yo luchaba con el último humano Atreyu entró y cuando yo iba a hacerlo algo me golpeó la nuca y caí al suelo.