Historias del WoW: Capítulo IV LA fortaleza de hierro

Me desperté en el suelo de una gran sala con cadenas en las muñecas y tobillos y le vi, nadie me había dicho quién era, pero yo lo sabía, había visto ese rostro años atrás, cuando yo sólo era una niña, no sabía su nombre, pero esa cara... la tenía grabada a fuego en mi mente, era él, el asesino de mi familia.
- Parece fuerte – dijo.
- Lo es, nos costó mucho atraparla –contestó otro hombre – luchó con fiereza mientras sus amigos escapaban.
- Pero, mi lord, ¡es una hembra!
- Sí, lo es, nunca había visto a una hembra luchar de esa manera, y por eso no la hemos matado.
La conversación entre los dos hombres continuó durante largo rato. Tenía ahí mismo, frente a mí, a los dos hombres que más odiaba en el mundo, el asesino de mis padres y Lord Kronen.

Mientras, en una aldea cercana...
- No se como pude dejarla atrás - se lamentaba Atreyu.
- Debemos ir a buscarla -dijo Godnik.
-Sí, iremos, pero vosotros - dijo Modok dirigiendose a los orcos - debeís volver a vuestra aldea, estais muy débiles para luchar y no tenemos tiempo para esperar a q os recupereis.
- Eso es cierto - dijo Godnik - pero esq es como mi hija.
- Por eso no puedes venir - dijo Gothrek - si tú caes no habrá servido de nada el sacrificio de Rach.
- Hablas como si estubiera muerta - masculló Godnik.
- No, pero lo estará si no vamos pronto a rescatarla - concluyó Khaine firmemente.
- De acuerdo - aceptó Godnik - nos iremos, pero avisadnos cuando la hayais salvado.
- Muy bien - dijo Atreyu - empecemos a pensar en un plan.

De vuelta al castillo...
Cuando el asesino de mi falmilia se fue, Lord Kronen se diriguió hacia mí, vió q ya no estaba inconsciente y me dijo:
- ¿Tan importane eran esos miserables orcos como para arriesgar tu vida por ellos?
Yo me quedé callada.
- Contesta - me dijo - te estoy hablando.
- Sí - fue mi única respuesta.
- Apuesto a q si te quitara esas cadenas intentarías huir, o tal vez no, tal vez intentarías matarme.
Yo le miraba con rabia, no podía hacer nada, asiq me contuve y esperé, esperé a q llegara mi momento.
- No se q haré contigo - continuaba diciendo Lord Kronen - es una decisión difícil, se q a la mínima de cambio intentarás escapar.
Por fin se decidió y me mando a los calabozos a la espera de venderme a algún señor pudiente como esclava.
Los días pasaban y no sabiá nada de mis amigos, empezaba a pensar q no volverían a por mi.

Alrededores del castillo...
- Pronto aparecerá, hablé con él en la aldea y está dispuesto a ayudarnos - dijo Yusti.
- Pero nos vas a decir de una vez por todas de quién se trata - preguntó Ostiario.
De repente, de entre las sombras surgió un troll, parecía debilucho y vestía con harapos.
- ESte es Grant - explicó Yusti - trabaja en el castillo de Lord Kronen y puede ayudarnos.

Tiempo después en el castillo...
- Te traigo algo de comer.
- Gracias - respondí - No entiendo como un troll como tú puede trabar para ese ser despreciable.
- No tengo elección - respondió - tiene a mi familia y la matará si no hago lo q dice. Pero me queda poco tiempo aquí, cambia de escalvos cada año, y yo llevo aquí once meses y medio, pronto me iré.
- No me gustaría estar en tu lugar, odio a los humanos. Por cierto, me llamo Rach.
- ¿Rach? ¿Ese est u nombre?
- Si, ¿q pasa?
- ¿No conocerás a un tal Yusti?
- ¡Sí! ¿tienes noticias suyas?
- Tranquila, no te alteres. Están intentado rescatarte, ya han intentado casi todo, pero no han podido atravesar las murallas, es muy difícil entrar al catillo, y más siendo de la Horda.
- Es decir, nunca saldré de aquí.
- No. Les estoy ayudando a sacarte de aquí. Me he enterado de q Lord Kronen va a venderte a un terrateniente y para llevarte a su castillo tendrás q trasladarte. Aún no se el día ni la hora, pero me enteraré y te sacaremos de aquí.
- Pero, ¿y si te descubren? Te queda poco tiempo para poder irte, no quiero q te metas en lios por mi culpa.
- No te preocupes, tenemos todo bien planeado, a demás, no van a sospechar de mí, porque no mevas a volver a ver en el castillo.
Después de hablar con aquel troll, del que no sabía ni su nombre, me quedé más tranquila, sabía q mis amigos no me habían dejado tirada y eso me daba esperanzas.
Los días fueron pasando y yo seguía presa en la fortaleza de Lord Kronen. De repente, llegó un soldado q me sacó de allí encadenada. No sabía q iba a ser de mí, si ese era el momento de mi traslado, mi ejecución o q. Después de todo, no conocía de nada a quel troll y no tenía porque decirme la verdad.
El guardia me llevó a un patio, allí se encontraba el otro hombre q había visto con Lord Kronen el día de mi captura. También había un carruaje q llevaba una especie de jaula. Aquel era el momento de mi traslado y con él mi única oportunidad para escapar.
Unos guardias me metieron en esa jaula, el hombre entró en el carruaje y salimso del castillo.